Radiofrecuencia Diatermia
Al estimular la producción del colágeno se forman nuevas fibras estéticas, más flexibles, que sustituyen a las envejecidas aportando luminosidad, tersura y un aspecto más joven a la piel desde la primera sesión. Los efectos comienzan a ser visibles pocos días después de su aplicación. Sin embargo, se recomienda una terapia semanal durante 2 o 3 meses para una manifestación más holística y definitiva.
- Reafirmar el óvalo facial, suprimiendo la grasa y la flacidez del cuello.
- Eliminar arrugas y líneas de expresión en la frente y las comisuras de los labios.
- Quitar bolsas de los ojos.
- Difuminar manchas, cicatrices, estrías…
- Reafirmar la piel de brazos, manos, glúteos o abdomen, revirtiendo la celulitis.
- Disminuir adiposidades en abdomen, glúteos o piernas.
- Restar volumen ocasionado por la retención de líquidos en piernas, brazos, abdomen o glúteos.
- Elevar y reafirmar el pecho o los glúteos.
- Como coadyuvante en tratamientos para la alopecia al dilatar los folículos pilosos.
- Su facultad de inducir el tejido más resistente al paso de la corriente (adiposo, cartílago, óseo…) lo hace apto para atender otro tipo de afecciones:
- Para acelerar la consolidación de fracturas.
- Para agilizar la cura de contracturas musculares o esguinces.
- Para combatir los edemas y la inflamación.
- Para extraer cálculos.
- Para mejorar la penetración de fármacos ionizables, potenciado por efecto del masaje.
Existe evidencia científica de que el empleo de corrientes eléctricas especiales para provocar un calentamiento local, profundo y controlado conquista logros nítidos y duraderos, ya sea como apoyo en procesos reductores, como tratamiento facial oxigenante o antiedad, rejuveneciendo el rostro o tonificando y remodelando zonas críticas del cuerpo como abdomen, glúteos, piernas y brazos, o como un interesante rehabilitador músculo-esquelético. Pocas técnicas son tan completas sin necesidad de emplear químicos abrasivos.